Estoy un poco harta y triste.

Me quieren volver loca. Yo siempre huyo de lo racional y ordenado. Huyo del sentido. Pero tengo la cabeza aquí. No se si mira hacia el norte o quizás hacia el sur lo hace. Pero mira. Mi cabeza. Trato de resignarme a ser coherente conmigo misma, y creo que lo consigo. Sino siempre,a veces. Tal vez nunca. No te entiendo nena. Es que te me escapas. No se a qué temes, que nos sueltas de las manos y te evades por ese mundo de fantasía milenaria que sólo tú creas. Inventas. Ves. Nosotros te seguimos boquiabiertos, como antaño. Hace poco. Y nos das miedo. Qué triste es que todo lo que soñamos contigo acabe así. Siempre te creemos, nos cegamos y caemos. Y volvemos a creer. Así, como lo hacen los ciegos de cualquier tipo de amor incondicional. ¿Qué pretendes reina de corazones? ¿ a qué juegas? Te estamos esperando de cerca. No huyas. No temas.