La oportunidad.

Muerte es un término que en algunos provoca confusión, en otros miedo, y quizás rechazo. En realidad nos pasamos la vida tentando a la suerte y jugando sin saberlo abiertamente con la muerte. Nos produce temor, pero la buscamos incesantemente. Deportes de riesgo (que parece que la palabra ha perdido su sentido), el tabaco, los excesos..son sólo pequeñas muestras de lo que el ser humano es capaz de hacer para experimentar algo de ..¿terror?, ¿pánico? ¿seguridad si sales bien parado?. Ser temerario hoy día está bastante bien visto, lo defiendo claramente pues creo que toda experiencia compatible con la acumulación de diversas situaciones en la vida es provechosa. Sentir diferentes pálpitos, siempre será sinónimo de estar, sentirse vivo. El problema es que dejen de ser.
La vida es una pequeña bola de nieve que con el paso del tiempo recorre montañas, valles, recovecos, montecitos... acumula toques, pasos, miradas, piedras, rocas, hojas. Y termina, como todo proceso...cuánto antes aceptemos que esto es un proceso y que debe acabar, que el tiempo pasa rápido, que la bola rueda y no espera a nadie... seremos conscientes del tesoro que en las manos tenemos y nunca apreciamos.

Que lo único a lo que estamos obligados es a recorrer el camino...a vivir.

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Guitarra entre tus dedos, el cabello que vuela, la brisa que sopla, el verde del prado.
Soledad. Ansiada, esperada, anhelada, querida. No saber que decir si quiera de lo que ves. Enmudecer al contemplar belleza. Escalofríos. Carne de gallina. Ganas de nada menos de tí. Ojos que no saben dónde miran. Falda que se va con el viento. Hombre que sonríe y al que le brillan los ojos sin remedio. Mujer que se sonroja.
La pasión, la vida, el alma y París, que continúan siempre tras de tí esperando a que vuelvas a hacerles caso. Lágrimas de una niña que perdió su muñeca porque se calló al río. Abuelito que besa la frente de su alma gemela. Hombre que vuela. Libertad. Alas.

Relojes de tiempo.

Tesoro que todos buscamos y pocos ofrecemos de verdad.
Relación intensa, estrecha, mágica y en ocasiones fugaz.
Oportunidades factibles.
Amistad.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro, es la frase que comúnmente solemos emplear porque supuestamente encierra el secreto o el valor que la amistad tiene en si misma. Todo es bastante relativo. Ser amigo supone demasiado esfuerzo sacrificio, voluntad y tal vez demasiado apego que la mayoría de los mortales no estamos dispuestos a ofrecer sin nada a cambio. Lógico. El ser humano necesita un incentivo para comportarse.
Escribir "eres mi amigo de verdad, estoy aquí para lo que necesites y lo sabes" en unos labios vacíos nunca tendrá demasiado sentido, el problema es que todos queremos creernos que la mayoría de las personas que nos rodean nos ofrecen una estabilidad escondida que en los malos momentos sale a flote. "los amigos son como las estrellas, nunca los ves pero siempre están ahi".
Qué bonitas las frases que se dedican las niñas en el cole, y en el instituto, y en la vida... seguimos siendo niños y seguimos creyendo, porque en realidad necesitamos hacerlo para ser felices.

Porque sigo soñando, esperando, añorando, una amistad pura, sincera, sin complicaciones, sin beneficios. Deseo confiar a ciegas sin tentar, sin andar con pies de plomo, con ojito, cuidado...
Deseo un día poder decir..."confío en tí en todos los aspectos, ante todas las circunstancias". Ya lo dije una vez y el tiro me ha salido por la culata.


Pase lo que pase, nunca dejaré de ser idealista.

Fíjamente mírame.

Si la vida me está esperando, no quiero que se vaya todavía el tren. Me he quedado demasiado tiempo aquí, y en realidad lo odio.
Volver después de todo y reencontrarme con la realidad es chocante, y malo, es negro si te das cuenta de que en realidad nadie lo entiende, de que aunque digan que si...estás sola con tus recuerdos.
Levantarme y no saber qué hacer, qué comer, a quién hablarle... será que soy fácilmente impresionable, niña chica, demasiado sensible, que quiero demasiado más de todo... que espero más y mejor de lo que tengo.

Aparcar sentimientos en este momento no está en mi mano, estoy demasiado confusa como para valorar mi realidad actual. No saber de dónde soy, de quién, a dónde voy o de dónde vengo. Sentirme vacía y perdida...y que nadie lo entienda. y que nadie lo escuche.

Que me tenga que tragar las lágrimas, cosa que odio hacer.


que recuerde y no pueda abrazar.